En un principio existía solo la nada, hasta que surgieron rocas que formaron universos, soles, planetas y lunas. Los soles y lunas tenían forma espiritual semejante a los humanos.
El primer sol, Rey Alzart, gobernaba galaxias, mientras la Reina Lana (luna) expandía su especie. Todo era paz hasta que los soles sintieron envidia de las lunas y comenzó una guerra interminable.
Tras mil años, el hijo del sol, Hantiel, se enamoró de la hija de la luna, Aslart, lo que enfureció a su padre. Hantiel fue encerrado en el vacío, pero logró escapar, derrotó a su padre y unió ambas especies. Él y Aslart se casaron y reinaron juntos.
Tiempo después nació su hija, Ámbar, una mezcla de ambas especies. De estas uniones surgieron nuevas criaturas llamadas "estrellas", pacíficas al inicio. Sin embargo, algunas perdieron el control y se transformaron en monstruos oscuros, parecidos a demonios.
Por miedo a la destrucción, las especies decidieron exterminar a todas las estrellas. Incluso el rey y la reina sacrificaron a su propia hija, Ámbar, lo que los llevó al suicidio por el remordimiento.
Finalmente, las especies restantes firmaron un pacto de paz con una regla estricta: ninguna unión entre soles y lunas podía repetirse, pues quien lo hiciera moriría.
Sigan leyendo para saber como termina...
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