Sólo hago lo que me dijiste | SUGUSATO

Suguru no esperaba quedarse mucho tiempo en esa fiesta. No había dado ni dos pasos cuando alguien golpeó su hombro con el suyo.

-¡Mira por dónde vas, imbécil! -se dio la vuelta y vio quién lo había hecho, aunque probablemente podría haberlo adivinado incluso sin mirar.

La pesadilla de su vida: Satoru Gojo, el favorito del equipo de baloncesto y un imbécil profesional.

-Chúpame la polla, Suguru -le respondió con un aire desagradablemente despreocupado.

Durante años, parecía deleitarse en usar todas las tácticas estereotipadas para atormentar a Suguru. Era sinceramente infantil, casi como ese viejo cliché del niño pequeño que no sabe cómo lidiar con el hecho de que le gusta una chica, así que le tira del pelo y la empuja a charcos de barro. Supuso que en realidad no era tan descabellado pensar que un chico de fraternidad universitaria todavía podría estar estancado en ese mismo nivel de madurez emocional. Este podría ser un experimento interesante.

-Claro -respondió.

Obra traducida, créditos a glirastes de AO3.