Santa Claridad

"Santa Claridad está muerta, pero todavía respira. A veces hasta grita."

Entre los escombros de una ciudad podrida, dos almas caminan sin rumbo. Uno, vacío por elección, ha dejado atrás cualquier atisbo de humanidad; la otra, empeñada en arreglar lo que no tiene remedio, todavía cree que puede salvar algo. Juntos son un desastre esperando a ocurrir.

Pero este lugar no quiere salvadores. Aquí, los monstruos no se esconden bajo la cama; los ves al cruzar la calle, los escuchas al encender el televisor. Y detrás de todo, alguien mueve los hilos, justificando cada gota de sangre derramada con un discurso tan afilado como las garras de sus creaciones.

No te confundas: no hay héroes en Santa Claridad. Solo desesperados jugando a ser importantes. Y si crees que esta historia trata sobre salvar algo o a alguien, tal vez deberías dejar de leer.

Porque aquí, el único final posible es que todo arda.