Lo que anhelo de mi muerte

Eduardo, en su juventud, fue un soñador que anhelaba tocar las estrellas y alcanzar horizontes más allá de la imaginación. Pero su destino quedó sellado en una fatídica noche de invierno de 1912.
Traicionado por su propia familia, fue vendido a una condesa cuyos rituales paganos lo convirtieron en el catalizador de sus oscuros deseos. Su alma, condenada al limbo eterno, quedó atrapada en un tormento sin fin, incapaz de hallar la paz que tanto anhelaba.
Consumido por el deseo de venganza, Eduardo juró destruir a aquellos que lo condenaron. Destinado a nunca descansar, eligió aliarse con la misma Muerte, dispuesto a servirla a cambio de una oportunidad de enfrentarse a los señores infernales que marcaron su destino.