Una perdedora sincera siempre gana aunque pierda

Amar bajo la pureza no nos hace esclavos de aquellos que amamos; nos libera y nos permite experimentar el verdadero amor, qué aunque puede no ser perfecto, es real, y es esto lo que le aporta a nuestra existencia algo trascendental.

Amar es un acto propio, que se ve reflejado en los que nos rodean, acto que conlleva una responsabilidad y compromiso individual, un diálogo interno constante y una devoción por aportar plenitud a los que amamos.

Amar es una decisión, una selección, una lección y una elección diaria de quiénes merecen ser amados de la misma manera en la que puede llegarse a amar uno mismo.

En este libro no busco imponer mis reflexiones, sólo expresarlas, pues de conservarlas en el desorden de mi mente no podría aprender de ellas, y quedarían olvidadas; por ello, con mi padecimiento actual, trataré de avivar estos textos con los sentimientos frescos de un duelo, esperando que no sólo yo pueda aprender, si no también los que cómo yo, perdieron de manera sincera.