La tasa de natalidad en personas con un segundo género había caído dramáticamente en las últimas décadas y el problema había llegado a la cúspide en los últimos años, alarmando a la mayoría de gobiernos del mundo. Sergio es un Omega. Él está obligado a procrear. La Ley de Procreación Obligatoria para el Bien Común, que presentó la ONU, así lo dicta y a nadie le importa destruir la vida del piloto de F1. Así como tampoco importa el hecho de que el no quiera formar un lazo ni tener cachorros. La ley entrará en vigor en los próximos seis meses y si, para ese momento, aún no tiene un Alfa y una mordida en su cuello, será obligado a regresar a México y emparejarse con la persona que el gobierno decida. Dentro de seis meses, su cuerpo ya no será suyo.