"Cuando el cielo llora, la tierra escucha, y en ese diálogo eterno nace la poesía.
La lluvia, testigo silente de encuentros y despedidas, de alegrías furtivas y nostalgias densas, riega no solo los campos, sino también los rincones más áridos del alma.
En estas páginas, cada gota se convierte en un verso, cada tormenta en un clamor, cada charco en un espejo.
Te invito a caminar bajo estas lluvias, sin paraguas, dejando que las palabras te mojen, que los sentimientos fluyan y que los ecos del agua se entrelacen con tu propia historia."
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.