«Quedate aquí, no toques nada y no comas nada. Ya es muy extraño que puedas ver este lugar -me ordenó un cautivador hombre.» Franz acompaña a su padre a una nueva vida en lugar desconocido para él y nada agradable para Edward; donde vivió su madre. Al llegar a aquella villa, Franz no tarda en encontrar extraña la actitud de todas esas personas, el sombrío ambiente que gobernaba el lugar y el hecho de como los miraban era lo más normal en comparación de lo que se escuchaba tras las puertas de la iglesia.All Rights Reserved