Me despedido.
Ya no quiero escribir por ti, no quiero seguir regalándote las líneas que salen de mi alma y recordarte en cada una de ellas.
Agradezco todo lo que me diste; no te mentiré, fui feliz y confié en el amor una vez más. Me entregué a ti y no me arrepentiré.
Pero como un niño, me dejé llevar por la dulzura, sin precauciones y me lastime, me lastimaste.
Te escribo con sabor a ti, me despido de tus recuerdos y me entrego a mi destino, para ser al fin feliz.
- Raquel M. Cabal