Las ramas golpean mi rostro, algunas cortan la piel expuesta de mis brazos mientras corro a través del húmedo bosque. Cada paso es un tormento; las piedras se clavan en mis pies descalzos, pero no me detengo. No puedo hacerlo.
Diamond: ¿De quién te escondes, diablesse?
Mi corazón se detiene al escuchar su voz, cantarina y juguetona. Le divierte esta situación. Volteo lentamente hacia dónde proviene la voz, encontrándolos detrás de mí con esas sonrisas que aceleran mi pulso. Pero no es momento, no ahora.
Lillith: ¡Déjenme ir!
Grito con desesperación, sintiendo cómo el pánico me envuelve cada vez más mientras se acercan, sus pasos resonando en el silencio del bosque.
Malakai: Jugaremos algo, sirena.
Sus sonrisas macabras me advierten que no me gustará lo que tienen en mente. Tropiezo con una rama y caigo de bruces contra el suelo, soltando un quejido lastimero. Pero me levanto rápidamente; sé que si me atrapan, todo estará perdido.
Artem: Te dejaremos ir... pero si te atrapamos...
Trago grueso al oír sus palabras mientras sigo corriendo. A lo lejos, su risa resuena en el aire.
Ahmet: Serás nuestra.
Un escalofrío recorre mi cuerpo al escuchar eso.
Aiden: Por siempre.
¿Este es mi juego o el de ellos?
Esta historia es de mi imaginación y es de mis Rubios queridos ❤️❤️❤️❤️❤️
Candy guarda un secreto para evitar un escandalo y que su único y gran amor se vea dañado.
Madan Elroy no será mala esta vez porque ese secreto la hara quererla y ser su complice.
Espero les guste.
Esta nueva historia que hago sin fines de lucro es por entretenimiento.
De antemano gracias a mis queridas lectoras que me acompañan en esta aventura, no soy escritora pero me entretengo haciendolo.
Mil gracias y que Dios las Bendiga.
❤️❤️Albert y Candy ❤️❤️por siempre ❤️🌹🌹🌹