Imágenes extrañas interrumpen la tranquilidad con la que Rhaena, hija del Príncipe Daemon Targaryen y Lady Laena Velaryon, había estado durmiendo.
Fuego, devastación, traición, muerte y sangre se mezclan en ciclo interminable que la deja aterrorizada.
Su familia, esa que aún no es suya del todo, reducida a nada más que un puñado de sobrevivientes rotos y asustados.
El silencio de la noche se rompe por sus gritos horrorizados y sus llantos llenos de desesperación.
No, no puede aceptar esto, no puede dejar que ocurra.
O, los Dioses Valyrios le envían visiones de ciertos eventos clave a Rhaena Targaryen mientras su familia aún vive en Pentos para que ella evite la danza de dragones o, al menos, para que pueda inclinar la balanza a favor de Rhaenyra.