Puertas. Portales a otros mundos habitados por monstruos sacados de las peores pesadillas de la humanidad.
Tenía 7 años cuando la primera Puerta apareció en San Francisco.
Tras una semana sin que nadie pudiese destruirla o ingresar, la barrera que la mantenía cerrada se abrió, y de ella surgió la mayor catastrofe que alguna vez presenció la humanidad.
Kamish, el dragón rojo de la Calamidad, devastó la Costa Oeste de Estados Unidos por días hasta que, finalmente, fue detenido por seis humanos bendecidos con poderes hasta entonces nunca vistos.
Ellos fueron los primeros Cazadores, a quienes se les concedió una Autoridad equiparable a la de una nación completa.
Poco después comenzaron a aparecer más y más puertas, ninguna tan peligrosa como la primera pero, por fortuna, más y más Cazadores comenzaron a surgir para limpiarlas y defender a la humanidad, así como un mundo que se creía de leyendas se reveló ante el mundo.
Ángeles, demonios, dioses, dragones y criaturas mágicas de todo tipo eran reales y ofrecieron su ayuda para proteger a la Tierra de aquella amenaza. Dejando de lado toda rivalidad o rencor en pos del bien común, una alianza como no se había visto antes con tal de proteger el planeta que, a final de cuentas, todos compartían.
Diez años han pasado de ese día. Ahora los Cazadores y los llamados "Guerreros Sobrenaturales", calificados en Rangos desde E a S, son algo común en el mundo y son regulados por Gremios, Asociaciones gubernamentales o los organismos de gobierno de las diferentes facciones paranormales para lidiar con las Puertas y recolectar los materiales que se pueden obtener de ellas.
Mi nombre es Issei Hyodo, ahora soy un Cazador y esta es mi historia.
Entre risas en la cocina, madrugadas con biberones y caricias silenciosas bajo una manta, Harry y Draco descubren que el amor no siempre viene con batallas épicas ni grandes declaraciones.
A veces, basta un susurro en la noche, una siesta compartida o una carta de Hogwarts en la mesa del desayuno.
En esta colección de momentos -sin orden, sin prisas- viajamos por recuerdos sueltos, pequeños destellos de lo que fueron, lo que son, y lo que jamás dejarán de ser:
Una familia. Un hogar. Unos adolescentes enamorados. Un amor que hace del instante, una eternidad.
Cada capítulo es una escena única, un abrazo al alma para quienes creen que el amor se encuentra en los detalles más simples.