Tuve el paraíso a mis pies. Pude haberme quedado, olvidar todo lo que pasó, dejar de lado las cicatrices y empezar de nuevo. Una vida sin guerra, sin dolor, sin más recuerdos que los que elegí cargar. Todo eso estaba al alcance de mi mano, un futuro que siempre imaginé... una vida sin el peso del tiempo.
Pero no podía. El mundo seguía girando, y mi mundo seguía necesitándome. No podía dejar que todo lo que construimos se viniera abajo por una vida que no es ni será mía, no merecía ser tan egoísta. Había algo más grande en juego, más importante que mis propios sueños rotos. El tiempo no me dejaría ser débil, no con ella en mi mente.
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Lo logré, lo logramos. Hubieron sacrificios, muertes, demasiada sangre derramada para que, al fin, la paz llegara. Una paz que, aunque sabía que se ganaba a un alto costo, era más que solo una idea. Era real. Podía sentirla. El aire ya no estaba pesado, las palabras "tranquilidad" y "esperanza" ya no eran solo promesas vacías, sino una nueva realidad. Pero aún así... no pude salvar a todos.
Salvé al mundo, pero no pude salvar MI mundo.
No pude salvarla a ella.
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-No hagas que te cambie el apodo, "Salvador".
-Nunca lo haría...
No sin ti.
En el momento final antes de su destrucción, Wanda Maximoff -la Bruja Escarlata- es arrastrada hacia un vacío más allá del tiempo y la forma. Perdida en el abismo de su culpa, una luz misteriosa la toca... y la devuelve. No a su mundo, sino a otro. Uno donde la magia es distinta. Donde la redención podría tomar forma: el mundo de Harry Potter.
Cuando una figura luminosa -una cierva- le muestra los recuerdos de un niño abandonado y maltratado por sus parientes, Wanda comprende su nuevo propósito: proteger al hijo de Lily Potter. Aunque no sabe por qué fue elegida, acepta el trato. A cambio de una oportunidad de redención, cuidará del pequeño Harry.
Pero Wanda no es una bruja común. Y este mundo no está preparado para ella. Desde el primer momento en Privet Drive, los Dursley sentirán que algo ha cambiado.
Con poder, determinación y una compasión creciente, Wanda enfrentará un nuevo destino. Porque esta vez... nadie tocará al niño sin enfrentarse a ella.
Después de todo, ¿quién mejor para proteger al Niño Que Vivió... que la mismísima Bruja Escarlata?
Nota del autor/a: Esta historia está libremente inspirada en la premisa inicial de Strange Potter, una obra que admiro profundamente y que fue una chispa creativa para desarrollar este proyecto. Aunque la trama, el desarrollo de los personajes y los eventos son completamente originales y distintos, considero justo reconocer esa inspiración inicial.
Asimismo, se trata de un fanfic sin fines de lucro que fusiona elementos de los universos de Marvel y Harry Potter, cuyos derechos pertenecen a sus respectivos creadores y propietarios (Marvel/Disney y J.K. Rowling). Esta obra está hecha con respeto y con la intención de rendir homenaje a estos mundos que tantas personas hemos disfrutado.