« ¿Qué sería del humano sin su núcleo? Naciendo como una triste bolsa de huesos frágiles y carne mal distribuida, envuelto en soledad, en medio de pesares y necesidades jamás satisfechas.
¿Qué sería del lobo sin su manda? Un simple perro salvaje de pelaje espeso, aullando a la luna sin respuesta, un llanto incesable en mitad de cualquier bosque frondoso, sin opinión, sin voto, sin voces que le secunden, o tan siquiera le reprendan.
No se puede hacer mucho por aquellos que fueron despojados de su derecho, y ellos mismos, tampoco pueden aspirar más allá de su limitado conocimiento ¿Cómo desear algo después de una pizca de calidez? ¿Cómo suplicar por algo más que una moneda, cuando se ignora el botín tras el?
Tantos escenarios, cada uno pintando por la desesperanza y la inminente condena, capaces de perturbar a las mentes más empáticas y deambulantes durante la noche, pero ideas totalmente ajenas para quienes viven absortos en la fortuna injustificada de su vida. »