luego de aquel incendio, las cosas fueron muy convenientes para Rody.
su vida dió un giro a su favor, tenía un empleo donde él era su propio jefe, había conseguido los restos de manon para su funeral, su vida se había vuelto totalmente tranquila y normal.
pero seguía la misma pesadilla una y otra vez.
chuchillos, sus manos y brazos marcados, como un matambre, listo para su comensal: Vicent.
Vicent aún seguía vivo en la memoria de Rody, como una yerba mala que no podria arrancar desde raiz.
o quizás creía que solo estaría en su memoria.