"El corazón de una bruja exiliada"

Una joven que vive en un pueblo medieval donde los rumores y el miedo a las brujas son muy comunes. La vida de Lila da un giro trágico cuando su madre, incapaz o no dispuesta a creer los gritos de ayuda de su propia hija, la acusa de brujería. La acusación surge después de que Lila le confía a su madre el comportamiento inapropiado e inquietante de su padrastro, que la ha estado acosando en secreto. En lugar de protegerla, su madre decide apoyar a su marido y desestima las palabras de Lila como los delirios de una niña con problemas.
Cegada por la lealtad a su marido y negándose a reconocer la dolorosa verdad, la madre de Lila se vuelve contra su propia hija. Acusa públicamente a Lila de ser una bruja, una afirmación alimentada por las supersticiones del pueblo y su propia negación. Con la traición de su madre desgarrándola hasta el fondo, Lila es condenada al ostracismo, no solo por su familia sino por todo el pueblo. La influencia de su padrastro y el miedo de la comunidad a las brujas marcan su destino, ya que se convierte en el blanco del desprecio y la violencia.
En su aislamiento, Lila conoce a un viajero de buen corazón que le ofrece la compasión y la comprensión que su propia madre no le proporcionó. Aunque su vínculo es de consuelo, también atrae la atención de quienes creen que la creciente conexión de Lila con el forastero solo profundiza su "brujería".
Mientras Lila lucha con el peso insoportable del rechazo de su madre, la pérdida de su inocencia y la dolorosa verdad de su abandono, debe navegar por la delgada línea entre la supervivencia y convertirse en la misma cosa de la que se la acusa. Obligada a exiliarse por aquellos que deberían haberla protegido, Lila se embarca en un viaje de autodescubrimiento, lidiando con las fuerzas externas e internas que amenazan con consumirla.