Kakashi Hatake, un ninja reconocido en las 5 aldeas como el ninja que copia con mas de 1000 jutsus en su repertorio, rango s desde que entro en anbu a sus 13 años, uno de los ninjas mas fuertes de toda su aldea, de un día para otro empieza a perder su chackra misteriosamente, cosa que todos sienten, y tiene una razón, de pronto en el mundo shinobi una nube verdosa hizo que todo cambie dividiendo al mundo en tres subgéneros, alfas, betas y omegas, y casualmente a el le toco ser omega por lo cual hasta sus alumnos no lo dejan pelear por mucho tiempo cosa que lo molesta, no es un niño para que lo anden cuidando, e incluso si lo fuera, se puede cuidar solo, y no necesita que lo protejan.
Así que un día solo sale de la aldea sin informar a nadie, solo salir porque si, que de malo le podría pasar?, nada y lo demostraría, así que fua camino normal leyendo un libro que le regalaron, todo tranqui y pum, que lo emboscan entre 10 ninjas clase a y s renegados de diferentes aldeas según el libro bingo . -Bueno- dijo y tranquilamente los derroto en 5 minutos, cuando los demás llegaron lo vieron feliz tomando un vasito de jugo de naranja encima de una pirámide de bandidos, bien normalito. Enserio ese era Kakashi? El Kakashi al que sus alumnos lo tiene que cuidar, pues para ser un omega, no es tan delicado o débil como dicen.
"¡Primitivos, tontos, toscos y vulgares!" Esas fueron las primeras palabras del príncipe heredero de Leska sobre sus nuevos visitantes.
Fue una pena que esas palabras hayan llegado a los oídos equivocados.
Ahora, tres meses después, Satoru Gojo se encontraba luchado. No luchando contra los bárbaros que lo retaban a duelos en el campo de entrenamiento, ni contra las conspiraciones y enredos del palacio, sino contra algo mucho más cruel y perverso: El amor.
Amor a un príncipe de orígenes lejanos y sonrisas brillantes.
Amor hacia aquel que lo aborrecía, amor hacia aquel que había escuchado esas infames palabras...
Satoru se había enamorado del príncipe de Prall.
[...]
"Una bola de imbéciles prepotentes" Con estas palabras describiría Itadori Yuuji a la familia real de Leska, y en especial a su príncipe heredero.
Desde el primer momento en que el buque partió de sus tierras y se aventuró como representante de su reino hacia ese continente, Yuuji supo muy bien una cosa: su estadía en ese lugar sería una pesadilla.
Y este pensamiento fue como una premonición.
Luego de unas semanas de hospedaje en ese palacio, Yuuji estaba seguro de algo: no existía en todo el continente alguien más odioso que el príncipe de la corona de Leska, podría jurar este hecho ante los dioses.
Pero lo que fue más impactante aun, fue cuando, de la nada, este engreído y mimado príncipe pareció no poder despegarse de él al momento de su partida.
¿Qué estaba pasando con Gojo Satoru?