Un violinista profesional y principal de una academia de baile, alfa, rubio, de ojos carmín, malhablado y nada amable. Llego un día, donde lo llamaron para que tocara en una presentación de baile, ahí fue donde vio a un omega, que al parecer era de nuevo ingreso en la academia, precioso, de hermosos ojos color esmeralda y por supuesto de bonita sonrisa, hace que el mundo del rubio se pusiera de cabeza.All Rights Reserved