Un ciervo es, a menudo, considerado un animal común, corriente. Una presa fácil para cazadores, una comida deliciosa. Pero en la mitología griega, el ciervo trasciende esta imagen: es la antítesis del macho cabrío, una criatura trágica cuyo nombre está vinculado al origen de la palabra tragedia. Más aún, el ciervo es el animal sagrado de Artemisa, diosa de la caza y de la luna.
Ozzy Zeke podría parecer tan común y corriente como un ciervo. No corre mucho, no es atlético, y su apariencia no destaca. Sin embargo, su fortaleza radica en su mente: es brillante en los temas teóricos, un amante del conocimiento que vive entre libros y análisis.
Por otro lado, una dragona... Los dragones, al menos los más conocidos, son criaturas de poder y ferocidad, a menudo incomprendidas. Aparecen en todas las mitologías del mundo, desde las fábulas más modestas hasta las obras literarias más grandiosas, casi siempre como símbolos de destrucción o indomabilidad.
Alice Drake encarna esa fuerza. Es feroz, atlética, destacada en los deportes, pero tiene un talón de Aquiles: es pésima en temas teóricos. Lo que no puede resolver con su intelecto, lo compensa con tenacidad y un espíritu competitivo que no acepta la derrota.
Dos seres tan opuestos como la noche y el día, fuerzas rivales en casi todos los sentidos. Pero, ¿qué sucederá cuando el destino los obligue a aprender uno del otro?
¿Podrá la dragona entender al ciervo antes de devorarlo?
Violeta Hódar tiene un problema, esta completamente enamorada de Chiara Oliver.
Su problema tendría una solución bastante sencilla, de no ser porque Chiara Oliver odia a muerte a Violeta Hódar.
Para empeorar las cosas, Chiara es la hermana de Alex, el novio de su mejor amiga Denna, y este es muy protector con ella.
Por todas esas razones Violeta Hódar tiene todas las de perder. O al menos eso es lo que le diría cualquier persona cuerda.
Conquistar a Chiara Oliver es una misión imposible. ¿Verdad?