Dicen que para llorar hay que ir a la llorería. Así que, para quejarse, hay que ir a la quejadería. ¿Dónde hay una quejadería? ¡PUES AQUÍ! Estoy aquí para quejarme y escuchar/leer sus quejas. Tal vez no solucionemos nada, pero al menos podemos compartir y, ¿Quién sabe?, pueden surgir ideas locas e interesantes.All Rights Reserved