Entre Pétalos De Margarita

Cuando una flor se marchita, es como si sus colores se desvanecieran, como si el sol ardiente o la tormenta feroz hubieran reclamado su vitalidad.

Podríamos decir que se marchitó entre lágrimas que nunca brotaron de sus ojos, o tal vez se enamoró de los abrazos ardientes del sol, dejando que su esencia se fundiera con la luz.

"Quizás comprendió que aunque el sol la quemaste, su estancia la hacía brillante."

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