Las luces centellantes de la ciudad a medianoche, el paso acelerado de las personas irrumpe los sentidos, aquí en las frías calles de la ciudad de Nueva York, el país donde los sueños se hacen realidad, hay historias que pasan sin que nadie las note. Como cualquiera mas en ese tétrico retrato en el distrito de Brooklyn, la historia de una persona más entre la multitud. Alguien que llego con una vida rota, para hacer realidad sus sueños, pero encontró simplemente mas de lo que ya tenía en su país natal. Tristeza, traumas y discriminación.
Su caminar es pausado y cansado, el humo del cigarrillo expedido de sus labios, con una piel pálida y un cabello tan negro como la noche, no le inquieta que le admiren, con una mirada que robaría el mas arrogante suspiro de alguien que busca comprarlos, de complexión andrógina no pasa desapercibido a ojos depravados.
Kaede Rukawa, un hombre que vende su cuerpo para vivir el día a día, con un pasado atormentado, oculto en tanta depravación y perjuicio. Perjuicios que solo los que pasan por su situación entenderían. Amar nunca es tan sencillo. Mas cuando no es el sexo opuesto quien llama a tus sentidos.