Freen nunca esperó que alguien como Becky entrara en su vida, mucho menos que la rescatara del abismo de su soledad. Becky, con su dulzura y fortaleza, se convirtió en su salvadora, su refugio, su todo.
Lo que comenzó como un vínculo protector pronto se tornó en algo más oscuro. Freen, incapaz de concebir la vida sin Becky, desarrolló una obsesión peligrosa, mientras Becky, cegada por sus propios sentimientos, comenzó a volverse igual de posesiva.
Juntas, construyeron un amor tan intenso como destructivo, un amor que consumió todo a su paso... incluso a ellas mismas.