Souta Aizawa siempre sintió que vivía bajo una sombra, y no solo la de su padre. Creció bajo la fría mirada de un hombre que parecía verlo más como una responsabilidad que como un hijo, mientras un Quirk que refleja el daño pero lo amplifica de maneras incontrolables lo marcaba como diferente. Muy joven aprendió que cualquier error suyo era imperdonable, y un solo incidente desesperado en defensa propia lo convirtió en un monstruo a los ojos de todos. Desde entonces, la culpa, el aislamiento y las palabras crueles de otros se grabaron en su mente como cicatrices invisibles.
Ahora, en su primer año en la U.A., Souta navega un mar de estudiantes que no saben si temerle, odiarlo o ignorarlo. Los murmullos, las miradas y el peso de su propio pasado parecen recordarle constantemente que no pertenece allí. Pero, ¿cómo podría, cuando ni siquiera su propio padre lo reconoce? Aun así, Souta sigue adelante, cargando un dolor que nadie ve, buscando un propósito que no sabe si merece.
Sin embargo, las sombras de su pasado no lo dejarán avanzar. Secretos enterrados comienzan a salir a la luz, mientras personas que alguna vez estuvieron cerca de él regresan con intenciones que no comprende. Frente a ellos, y frente a sí mismo, Souta tendrá que decidir: ¿Es posible ser un héroe cuando todos creen que naciste para ser un villano?
Con cada paso hacia la luz, la oscuridad parece arrastrarlo más cerca del borde. Entre el eco de sus heridas, el reflejo de los gritos y el peso de la culpa, la verdadera lucha de Souta será decidir quién quiere ser antes de que las sombras lo consuman por completo.
La verdadera pregunta no es si Souta puede salvar al mundo. Es si puede salvarse a sí mismo.
Takao no puede recordar a su antiguo mejor amigo sin sentir odio y rencor.
Kenji no lo recuerda en absoluto.
Por suerte Ultraman esta de regreso para unirlos como ya los unió en el pasado... Pero, ¿Será igual de fácil esta vez?