A Martin no le gustan los hombres. Ni siquiera recuerda haberse sentido atraído alguna vez por uno. En realidad, el beso de aquella noche tan solo fue un error que no piensa repetir nunca más. Por eso se propuso olvidarlo, fingir que lo de aquella noche nunca ocurrió. El problema está en que ignorar a Juanjo es un poco difícil, porque es su mejor amigo y viven juntos.