Quiere tocarla; hundir sus manos en su piel tan blanca como la nieve y corroborar si es tan suave como parece. No quiere solo tocarla, quiere acercarse; poseer y romper, excavar hondo hasta encontrar la fuente de esa pureza y destruirla hasta que no quede nada, solo sangre y huesos. Niragi es pura ansiedad y anhelo; está hipnotizado por la belleza casi irreal de esta misteriosa mujer desconocida, pero en el fondo, lejos de admirarla, la odia. Detesta que exista una distancia tan grande entre ella y él, no podría estar en el mismo nivel que ella ni aunque muriera y volviera de vagar por los siete círculos del infierno.All Rights Reserved
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