En aquella noche en la cual la tenue luz de aquel astro que se colaba por los arboles reflejaba angustia, las amargas lágrimas en los ojos de aquel hombre rogaban que se hiciera justicia, con un manojo de sentimientos en las manos y su corazón destrozado, sintiendo el frío consuelo de la madre Luna. Extrañando el calor, el amor que él le podía brindar, porque era caer como al vacío fondo de un pozo infinito, pero era un fondo lleno de rosas. Porque a pesar de todo era humano, tan simple y débil que puedes romperlo con siquiera tocarlo. La sombra de culpa y arrepentimiento le seguía, sus piernas cansadas no le permitirán más seguir. ¿Todo fue en vano?¿A caso el altísimo no tiene su misericordia? El bosque a su alrededor era cada vez más pequeño, sin escapatoria,pero allí en ese momento Kendrik Withoussent se prometió que cobraría una por una, la muerte de su amado.Alle Rechte vorbehalten
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