
¡¿Qué?! -exclamé asombrada mirando a mis padres.
-Sí Oana, te casas -continuó diciendo mi madre, tan tranquila, con una sonrisa de oreja a oreja.
-No quiero tener una boda a los diecisiete -contesté con los ojos muy abiertos tratando de analizar la situación.
-Lo siento cariño. Lo harás, quieras o no -declaró mi padre mirándome muy serio.
-¡Os odio! ¿Me habéis escuchado bien? Os o-d-i-o -dije recalcando cada letra y tirando un florero mientras me levantaba para salir de esa casa.
MichelgavicaGAll Rights Reserved1 parte