Había una vez dos chicos que se conocieron, por pura casualidad, en un mismo sueño, compartido. El primero venía de las tierras del norte, donde el mar suele ser precioso siempre y se deja amar: así fue que él aprendió a entregar amor desde un principio, perdidamente enamorado.
El segundo venía de un pequeño y alejado pueblo, donde había aprendido a cantar desde muy pequeño.
Aunque tuvieron un inicio levemente lento, se podría decir, ocurrió lo inevitable: uno de ellos cayó enamorado del otro, mientras que al segundo le costó un poco más de tiempo y entendimiento asumir lo que a ambos les ocurría.
Era difícil para ellos: la dinámica del show, en ocasiones, consistía en mostrar la manera como los sentimientos de ambos se iban generando, pero también escondiendo. Pero pasarán días y semanas y tal vez finalmente ganarán el mayor premio: ¿estar juntos?
(Medio ficción, medio real)