💮Dos lirios dorados flotan en silencio en las frescas aguas del estanque💮

Después de ver cómo la propia vida se desvanecía en algo completamente irreconocible, una denigración, una afrenta, una masacre de todo aquello en lo que uno creía, y, sin embargo, algo feliz, algo contento, algo tan fácil de conseguir, el alma se cansa. Se resquebraja, se cansa, se duele. Un hombre roto solo puede vivir una vida rota, algo que Shen Jiu había visto demostrado. Sus hermanos marciales preferían al otro "él", el amable, el agradable. El que no era Shen Jiu.
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En la muerte, solo puede luchar con la intersección de sus propios errores y los pecados cometidos contra él que lo convirtieron en una persona tan rencorosa y enojada en vida. ¿Puede renacer, en los días en que acababa de alcanzar su estatus de Señor de la Cumbre, darle otra oportunidad de vivir una vida feliz, satisfecha y fácil de alcanzar? ¿Puede hacer lo que el otro Shen Qingqiu había logrado hacer? ¿Puede convertir al miserable desdichado que se considera ser en una mejor persona?
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Shen Jiu no lo cree así. Se burlará de la chispa que hay en su interior y que desea intentarlo. Tal vez... al menos... esta vez, pueda vigilar a sus discípulos y vivir en silencio con la música en el Pico Qing Jing.