El comportamiento aberrante es contagioso (JimCurly)

Un rostro rubicundo, una sonrisa que nunca duró un segundo y ojos llenos de risas de borracho con una profunda mezcla de lujuria, eso es todo lo que vio frente a él. Su universo personal se había reducido al tamaño del baño del club nocturno en el que se habían encerrado hace diez minutos, y su centro era este chico de ojos azules que estaba chupando pollas como si hubiera nacido sólo para esto.