"Un día descubrí que llevaba el peso del mundo a mis espaldas. Y decidí que, sino podía con él, lo destruiría".
Belana siempre ha sido perfecta, nació para serlo: impecable, obediente, el orgullo de su familia. Destacable incluso entre los propios áureos. Pero nunca estuvo a gusto con esa perfección, nunca sintió que encajaba, aunque su único deber era precisamente encajar. Mientras los demás la admiraban o envidiaban, ella se consumía bajo el peso de una existencia que ella nunca eligió.
Cuando descubre que su vida ha sido una mentira cuidadosamente construida por aquellos que la rodean, todo cambia.
Áurea es una historia de amor, pasión, desengaños y evolución, donde la perfección no es más que una jaula y la libertad se encuentra en las imperfecciones. ¿Puede alguien desafiar a los cielos y sobrevivir a las consecuencias?
Belana está dispuesta a averiguarlo.
Saskia está decidida a conocer a su padre durante el verano, pero antes tendrá que sortear algunos obstáculos: convencer a su madre, sobrevivir a su último año de instituto y ahorrar para un boleto de avión.
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Saskia puede enumerar cinco cosas sobre su padre:
1. Se llama Kendall Strauss
2. Vive en Las Vegas
3. Es dueño de un casino
4. Él no sabe de su existencia
5. Ella quiere desesperadamente que lo sepa
La meta de Saskia es muy clara: ahorrar lo suficiente para visitar a su padre durante el verano después de su graduación.
Ella no tiene tiempo para lidiar con imprevistos o tonterías y mucho menos con Nicholas Reeve. Un pequeño desliz en el baile de invierno marcará la diferencia en su inesperada y peculiar amistad.
Con una declaración de conquista abierta, un par de jefes nefastos, una mejor amiga demente y un exnovio regresando de ultratumba, Saskia deberá luchar contra sus propios dragones y quimeras para sobrevivir a lo que resta del último año en Hawking High y lograr conocer a su padre.