Para ella el miedo, amor e impotencia no tuvieron diferencia ese día, todas se fusionaron con aquella pintura del paisaje, con los roces de su compañero y el toro intimidante que atraves de sus ojos nunca parecía doblegarse. Este es un testimonio de la vida real que quise narrar atraves de una pequeña crónica, y que se quedo grabado en mi memoria por toda la carga simbólica y emocional que dejo en mi. Uno siempre tiene momentos de inflexion en la vida, y supongo que este fue uno de ellos para mi.All Rights Reserved
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