Cómo salir con un Psicópata (y no morir en el intento)

"Me llamo Ighienna, aunque prefiero que me llamen Iggy, tengo 34 años y la primera vez que besé a un chico acabé enterrada en un cementerio."

Hola, te doy los buenos días, buenas tardes o buenas noches, depende de cuando lo leas, y de la parte del mundo en la que estés. Ahora mismo, mientras escribo esto, son exactamente las 22:47 en Lorjes. Pero en Judon, son las 07:47 del día siguiente. Curioso, ¿no crees? Están viviendo en el futuro, pero en el presente. Aunque realmente no es así. El tiempo no funciona de esa manera, pero así es como los humanos le hemos buscado un sentido a lo de que la tierra gire y a veces haya luz y a veces no. O bueno, que haya menos, al menos. Pero bueno, no estamos aquí para hablar de rocas cósmicas, a no ser que seas astrónomo, en cuyo caso tal vez esto que voy a contar no sea de tu interés. O tal vez sí, no juzgo a nadie. Aunque tal vez debería, se podría decir que tengo cierta maldición innata para ello. Al caso, a lo que íbamos. Me llamo Ighienna, aunque prefiero que me llamen Iggy, tengo 34 años y la primera vez que besé a un chico acabé enterrada en un cementerio.

Siendo sinceros, mi vida en general no está mal, pero cuando se trata de amor, es harina de otro costal. Parece ser que tengo alguna clase de maldición, por llamarlo de alguna forma, que todos los chicos que se cuelan de mí son unos malditos psicópatas. Y no me refiero al típico chico que cuando nació tiró los dados y les salió un uno en empatía, no. Me refiero al que en lugar de darte besos te da puñaladas. Pero bueno, así es la vida. Y a mi edad, se podría decir que ya soy toda una experta en sobrevivir a ello. O al menos, por ahora.