Condenada a Odiarte

Elisabeth es una joven con una vida desordenada y con un vacío en el corazón que la consume. Se le hace difícil encontrar el amor. Todos a su alrededor parecen encontrarlo fácilmente, mientras ella, es la personificación del antiamor dentro de un mar de amantes. Durante años, había crecido en su interior una palpable frustración que se fue convirtiendo en rabia, y entonces, convencida de su incapacidad para amar y de ser amada, no duda en señalar a un culpable: Cupido. Él mismo llevaba años confundiendose entre las sombras y leves sonidos para ayudarla; pero por alguna desconocida razón, sus flechas que nunca fallaban, a ella no la podían conectar con el amor. En su último intento fallido y quedándole solo un tiro, decide presentarse ante ella y plantearle su problema "el misterio escondido detrás de la ineficacia de las flechas" para ayudarlo a encontrar una solución. Aunque al principio Elizabeth no le cree, termina cediendo porque era de suma preocupación que las flechas de Cupido estuvieran en su carne. La terquedad de ella y las extrovertidas reacciones de él chocarán continuamente, generando situaciones graciosas y tensas a partes iguales; que los terminará llevando a encontrar la respuesta dentro de su idilio prohibido.