Más espinas que rosas

Las cicatrices no siempre son visibles; algunas hieren el cuerpo, mientras otras desgarran el alma. A lo largo de la vida, el sufrimiento nos moldea y deja marcas difíciles de borrar. Esta historia refleja la lucha contra las heridas emocionales y el peso invisible de la autolesión, una batalla constante entre el deseo de sanar y el impulso de hallar alivio en el dolor.

Explorar el tormento interno nos ayuda a comprender que, aunque el camino de recuperación es difícil, no es imposible. Incluso las cicatrices más profundas pueden ser prueba de nuestra fortaleza. Esta historia nos recuerda que merecemos sanar y que, aunque a veces nos sintamos solos, no lo estamos.

"Más espinas que rosas".