En una prestigiosa academia ubicada en las montañas, dos jóvenes con personalidades opuestas compartían el mismo aula iluminada por los rayos del sol. Stolas, el chico alto y reservado, siempre mantenía una actitud estoica y elegante. Su inteligencia y perfección académica lo habían hecho ganarse el respeto, pero también la distancia de los demás. Era un misterio para todos, y él parecía estar cómodo con ello. Por otro lado, Blitzø, un joven más bajo, rebelde y lleno de energía, era el opuesto completo: hablador, impulsivo y siempre metido en problemas, pero con un carisma que no pasaba desapercibido.
Todo comenzó un lunes por la mañana, cuando Blitzø llegó tarde, como de costumbre, con su chaqueta desordenada y su andar despreocupado. En su prisa por entrar al aula, tropezó y dejó caer su cuaderno al suelo, interrumpiendo momentáneamente la clase. Stolas, que estaba organizando sus propios materiales, alzó la mirada con un suspiro exasperado. Sin embargo, en lugar de ignorarlo, se inclinó, recogió el cuaderno y se lo entregó. Sus miradas se cruzaron por un instante. "Gracias... creo," murmuró Blitzø, rascándose la nuca con nerviosismo mientras sentía el calor subir a su rostro.
sonrisas.
Blitz es un novato en las carreras con un futuro prometedor, siendo tan joven se ha posicionado como el mejor, hasta que en una carrera compite contra Stolas, un corredor experimentado. Blitz desarrolla una fuerte rivalidad con el, lo considera un fanfarrón y engreído por haberlo humillado en aquella carrera, pero lo que el desconoce es que Stolas está secretamente enamorado de él.