Tal vez era un chico muy sonriente y alegre, que hacía que todos se contagien de esa inmensa alegría que cargaba el pequeño joven, y ese joven era Han Jisung, de 17 años, llenaba de alegría todo la escuela, porque siempre permanecía con una sonrisa de oreja a oreja. Siempre con ropas muy llamativos y coloridas, que resalta su color de piel.
- Minho Hyung, ¿Cómo me veo con estos brochecitos? - habló con una suave sonrisa.
- Jodidamente infantil, pareces un niño.- declaró.