La historia de Harry Potter no es mía, créditos a J.K. Rowling.
La historia sigue a un joven llamado Soren, quien, abrumado por el dolor, la pérdida, y lo que tuvo que sacrificar al perderlo todo en un accidente, lo que hizo convertirlo en un monstruo para sobrevivir.
Después de ser traicionado por las personas que apoyo, se deja llevar por sus pensamientos hasta llegar a lo alto de un edificio, un lugar seguro donde el antes buscaba consuelo.
Reflexionando como a llegado a un punto donde siente que la vida le arrebata todo lo que ama, sumiéndolo en la desesperación. En ese momento de vulnerabilidad, una presencia aparece ante él: la Muerte. No es la figura aterradora que Soren había imaginado, sino una entidad serena y comprensiva, que se presenta como la transición entre la vida y el más allá.
La Muerte le habla con calma y le ofrece liberación del miedo que lo consume. A través de una conversación profunda, Soren revela su dolor: su temor a amar, su culpa por las pérdidas sufridas y su convicción de que siempre destruirá lo que toca. La Muerte, con paciencia, le explica que lo que ha perdido no se ha ido, sino que simplemente ha cambiado. Le enseña que el miedo es lo que lo mantiene atrapado y que solo al dejarlo ir podrá sanar.
El joven, desbordado por su dolor y dudas, finalmente recibe una oferta inesperada. La Muerte le da la oportunidad de entrar en el mundo de Harry Potter, un mundo que siempre le había ofrecido consuelo, para salvar a los personajes de su historia de los mismos miedos que lo atormentan. En su viaje, Soren tiene la oportunidad de enfrentarse a sus propios miedos, aprender a amarse a sí mismo.
A través del viaje de Soren, la Muerte le enseña que no todo lo que se pierde se olvida, y que, a veces, lo que más tememos es precisamente lo que necesitamos dejar ir para poder crecer.
y quizás así, Soren pueda salvar a su personaje favorito, Tom Riddle conocido como Lord Voldemort.
Alguien toca la puerta de la morada 4 de Privet Drive. Petunia se levanta a abrir y se sorprende con la presencia de dos hombres, que portan una carta con el sello de la monarquía.
-. "Busco al Señor Harry James Potter." -. Aclara el de cabello azul.
-. "¿Para qué lo busca?" -. Petunia gruñe. El color que ese joven hombre usaba era... extraño, por decir lo menos.
-. "Su Majestad, La Reina de Inglaterra me envía." -. Declara el joven, que, ahora que Petunia se fija bien, porta millones de joyas de la nobleza y un bastón de madera con oro. -. "Tengo la orden de hablar con el Señor Harry James Potter".