Después de siete años de matrimonio, Taylor y Anastasia se enfrentan a un divorcio marcado por la desconfianza y el dolor. A pesar de las acusaciones falsas que separaron sus caminos, el amor que una vez compartieron sigue presente. Ahora, como madres de tres pequeños, deben navegar una relación tensa, donde los niños son el único vínculo que las mantiene unidas. Mientras enfrentan sus propios sentimientos, aprenderán que, aunque sus cuerpos estén separados, sus almas siguen conectadas.