La esclava fugitiva

Inés era una esclava domesticada por el Duque.

El Duque pensaba que domesticar a una esclava que no era amada era una tarea fácil.

"Sonríe un poco más bonito, tal vez así mi corazón se conmueva".

Capturada a su alcance, anhelaba cualquier muestra de afecto. Pero ella era solo eso. Una mujer vulgar con la que jugar a su antojo. 'Inés' era para él una existencia tan simple. A pesar de saber que él siempre se burlaba de ella.

"Esta será la última vez. Cuando regreses, prepararemos una verdadera boda".

Creyó en las dulces palabras del Duque, pensando que él le daría una nueva vida. Por eso no podía escapar de él fácilmente.

Inés pensaba que su vida nunca cambiaría. Hasta que un día, el Príncipe Heredero le propuso matrimonio.

"Señorita Inés. ¿No quiere escapar del Ducado?"

El hombre más noble de este país le tendió la mano. Con una sonrisa más encantadora que cualquier otra.

"Le daré la prueba de compromiso que el Duque no le dio".

El Duque no lo sabía. Que 'Inés', a quien él menospreciaba, era una mujer por la que alguien podría sentir interés. Que la mujer que pensaba que estaría siempre a su lado se iría tan fácilmente.