En un mundo donde la reencarnación es real, pero solo se revela a través de sueños; sueños tan vívidos y maravillosos que transforman por completo la percepción de la realidad, Sara estaba obsesionada con encontrar al enigmático chico que apareció en uno de ellos y robó su corazón.
"¿Cómo sabe que es él?" se preguntarán. Sara no lo ha visto claramente, pero su presencia es inconfundible. Lo ha sentido antes. Sueños repetitivos, cada vez más intensos, le han mostrado fragmentos de su esencia: su voz, cálida y envolvente, es lo único que recuerda con claridad. Pero nunca logra ver su rostro. Cada vez que está a punto de distinguirlo, la imagen se desvanece como niebla al amanecer.
Lo que Sara no sabe es que Octavio, en el otro extremo de esta conexión inexplicable, también la ha soñado. Apenas anoche la vio por primera vez: una figura borrosa, casi etérea, cuya mirada parecía atravesar siglos de distancia. ¿Quién es ella? Y, lo más inquietante, ¿por qué siente que ya la conoce?
Ambos están atrapados en un misterio más grande de lo que pueden imaginar, unidos por hilos invisibles que desafían el tiempo, esperando el momento en que sus almas, condenadas a buscarse, finalmente se encuentren.
Bell descubrirá algunos engaños de sus seres querido
Por un estraño deseó viaja entre mundos para hacerce más fuerte y poder volver a Orario y ser el último héroe
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