Diagnosticando a Axa

Este poema explora la vulnerabilidad y la inocencia de Axa, una voz interna que encarna la esencia de la niñez marcada por carencias afectivas. A través de su llanto constante, expresa lo que las palabras no pueden, revelando una necesidad profunda de protección y consuelo. Axa simboliza una parte infantil y frágil del alma, atrapada en el tiempo, que busca calor y seguridad en un mundo que le resulta inmenso y frío. Es un retrato emotivo de la lucha por sanar las heridas invisibles que la infancia deja en su estela.