El desfile del circo de las tres de la mañana

Lili nunca creyó en la magia. En su familia siempre circularon historias de brujas con dones extraños, pero para ella eran solo cuentos viejos, charlatanería. Hasta que empezó a despertarse todas las noches exactamente a las 3:00 a.m.

Al principio lo atribuyó al estrés de la universidad. Sin embargo, una música comenzó a colarse en la madrugada: la melodía lejana de un carrusel de circo. Una semana entera pasó asomándose a la ventana, sin ver nada en la calle.

La octava noche, un gato disfrazado de arlequín apareció en su patio. Siguiéndolo, descubrió algo imposible: tras la reja del fondo, una procesión avanzaba lentamente. Máscaras, carrozas, bestias imposibles y acróbatas de humo. Era el Desfile del Circo de las Tres de la Mañana, un cortejo espectral que no pertenece al mundo de los vivos.

Solo los que llevan la sangre de las brujas pueden verlo. Y Lili acaba de descubrir que su don no es un mito. Pero el circo no es un espectáculo inofensivo: es un desfile que conduce almas al Más Allá, y ahora que ella lo ha visto, el circo también la ha visto a ella.