Te amo, es lo único que importa

Cuando Zhang Shuwen tenía 13 años, su padre se volvió a casar, y de pronto tuvo un hermano menor con autismo.

Nunca imaginó que un cambio repentino destrozaría en pedazos el ideal de una nueva vida familiar.

El pequeño Yu Yuan, inocente y ajeno a todo, sostenía la mano fría de su madre y le preguntaba a su nuevo hermano: "Hermano, ¿por qué mamá no me habla?"

Todavía no comprendía que la muerte tiene otro nombre, despedida eterna.

Todos consideraban a Yu Yuan una carga. Incluso Zhang Shuwen intentó deshacerse de ese peso que nunca le perteneció.

Pero desde el instante en que Yu Yuan lo llamó "hermano", el vínculo entre ellos quedó profundamente grabado.

Un día, Yu Yuan se paró frente a él, muy serio, y lo llamó por su nombre.
"Zhang Shuwen."

"Todos te llaman así, ¿por qué yo no puedo?"

Muchos años después, alguien cuestionó a Zhang Shuwen: "¿Con qué derecho crees que él entiende lo que es amar o gustar de alguien?"

Zhang Shuwen reflexionó largo tiempo y respondió algo que no tenía relación con la pregunta: "Pero yo lo amo."

Él admite que la relación entre ellos es enfermiza.

"Las estrellas en el cielo pueden hablar. ¿Escuchara si pides un deseo?"