El niño del rey

Ni siquiera sentía sus pies al caminar bajo la nieve, cada paso que daba teñía de rojo su andar. No había preocupación por parte de su madre, ni siquiera para ponerle unos pedazos de cuero para proteger sus pies entumecidos. Abrazaba su cuerpo mientras era arrastrado a través de la nevazón. Su espalda estaba encorvada y no podía tiritar de forma más escandalosa. -Vas a ser un niño del rey- Aquella frase le hacía pensar que podría tener una mejor vida junto al hombre que proclamaba toda esa isla como suya. Sin embargo no era así, se encaminaba a un mundo lleno de miseria y tortura.