Kakashi llegó a casa al anochecer, con los hombros cargados por el peso del día. Había pasado horas en la torre del Hokage, revisando informes y atendiendo asuntos que parecían interminables. Mientras caminaba, sus pensamientos lo arrastraron al pasado, a una infancia solitaria donde su mundo estaba marcado por pérdidas y silencios interminables. Había creído que esa soledad sería su compañera eterna.
Pero al abrir la puerta de su hogar, todo cambió. Allí estaba ella, su esposa, su luz en medio de las sombras. La calidez de su sonrisa lo recibió como un bálsamo, y su voz, dulce y reconfortante, lo hizo sentir que realmente había llegado a casa.
-Cariño, ¿cómo te fue hoy? -preguntó mientras se acercaba a él, sus manos suaves descansando en sus hombros tensos.
Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo...
Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro.
hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario.
Ah, y los fundadores lo ven como la cosa más linda del mundo.