Lara, una presentadora de televisión viuda, vive enfocada en su hija Mía y en su trabajo, mientras lidia con el dolor de haber perdido al amor de su vida. Alexia Putellas, estrella del fútbol y símbolo de perseverancia, se enfrenta a una dura lesión que pone en pausa su carrera. Ambas mujeres, con corazones llenos de cicatrices, se cruzan inesperadamente gracias a Paula, fisioterapeuta del FC Barcelona y hermana de Lara. En medio de terapias, entrevistas y la inocencia de una niña que no deja de sonreír, surge una conexión que podría ser la oportunidad para ambas de amar de nuevo.
(Es mi primera historia y lo hago por diversión. Es 100% inventada.)
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.