La elegante y moderna oficina de Jason Mendal irradiaba poder y dominio, al igual que el hombre en sí mismo. Jason era la encarnación del éxito, un ser de negocios despiadado que había alcanzado la cima. Llegando a los treinta años, se convirtió en el carismático pero narcisista CEO de Goldreamz, con rasgos cincelados, mirada penetrante y un aura de confianza arrogante, llamó la atención de todo lo que lo rodeaba...
Y sin embargo, la mayor obsesión de Jason era acabar con su compañía rival, Devenmentiel. No se detendría ante nada para aplastarlos, idealmente sin dejar rastro de ninguno de ellos. Fue entonces, y por eso, que Aet Ainsworth entró en escena: una pieza inesperada tan astuta como atractiva, con una mente para la estrategia que rivalizaba con la de Jason.
Al principio, los adversarios, Jason y Aet llegaron a un acuerdo: ella aprovecharía su experiencia médica para ayudar a Goldreamz a dominar el mundo farmacéutico. A cambio, Jason permitiría a Devenementiel, donde trabajaba la hermana de Aet, mantener las operaciones comerciales más pequeñas sin ser molestado... Pero este acuerdo era simplemente una fachada, para alimentar la intensa atracción hirviendo entre los dos.
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.