Juliette Pilao siempre había soñado con una boda perfecta. Desde pequeña, sus días se llenaban de fantasías sobre los vestidos blancos, ceremonias al aire libre y los pequeños detalles que hacían que cada boda fuera única. Su pasión por las bodas la llevó a convertirse en organizadora de eventos, y a lo largo de los años, fue la dama de honor en las bodas de todas sus amigas. Pero ninguna boda significaba tanto para ella como la de Pietra, su prima favorita.
Cuando Pietra anunció su compromiso con Max Fewtrell, confiando plenamente en Juliette, le pidió que se encargara de organizar su gran día.
Con la emoción de la responsabilidad, Juliette aceptó sin dudarlo. Pero pronto se dio cuenta de que la tarea no sería tan sencilla como había imaginado. Además de los retos normales de organizar una boda, había un gran obstáculo: Lando Norris, el padrino de bodas de Max.
Lando era un piloto de Fórmula 1, conocido no solo por su talento en las pistas, sino también por su actitud eufórica y desorganizada fuera de ellas. Mientras Juliette se encargaba de los detalles, él parecía más interesado en disfrutar del proceso que en contribuir realmente. Su despreocupada forma de ver la vida y su falta de enfoque en las responsabilidades lo convirtieron en un completo caos para Juliette.
Lo que comenzó como una relación estrictamente profesional entre ellos pronto se convirtió en una batalla constante de personalidades.
Juliette estaba a punto de perder la paciencia, pero algo extraño comenzó a suceder. No podía evitar sentirse atraída.